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Cultura –

Desde sus primeras páginas ricas en color, la Señora Odette Roy Fombrun cuenta la historia de los indios taínos de la isla de Haití, publicada en la colección “jeunesse” de la editorial Éditions haïtiennes (Éditha). En este libro la autora cuenta lo maravillosa que era la vida en la isla. Los tainos vivían felices en medio de la naturaleza.

Para sumergirnos en esta historia, seguimos los pasos de dos niños tainos: Higuana y Haino.

En el reino de Marién vivían como buenos amigos, jugaban como otros niños, llenos de alegría y sin preocupaciones. Al pequeño Haino le encantaba jugabar al batú, un juego muy difícil; se jugaba con la cabeza, los hombros y las rodillas.

A Higuana y a Haino les encantaban las creaciones artísticas de los Sambas. Sumergidos en su cultura, soñaban con verdes paraísos que les prometieron sus dioses llamados cemíes. Los sacerdotes tainos, los Buhitíos, ayudaban a incrementar la fe.

Los tainos les tenían miedo a los espíritus maléficos que rondaban la isla. Para protegerse, sus padres les colocaban amuletos en sus cuellos.

El infierno en el Paraíso

A la llegada de los españoles a la isla en 1492, estos amuletos no serían de ninguna utilidad. Los colonos atizados por los yacimientos de oro en una isla llena de maravillosos paisajes que se parecían a los de España, los forzaban a trabajar en las minas. En nombre de la corona española, el paraíso se convierte en un infierno para los indígenas. Los dos niños, devastados, ven como se deteriora la situación social, demográfica y económica de Haití. “¡Qué maravilla! decían los españoles, es el país del oro. Nos vamos a hacer ricos, muy ricos” menciona en un pasaje Odette Roy Fombrun. Uno de los dibujos de este libro realizado por Wilkens Floréal para ilustrar el combate en la llanura de la Vega Real es impactante, la escena es desgarradora. Los colonos utilizaron todas las armas para matar a los primeros habitantes de la tierra de los Buhitíos: fusiles, espadas, incluso les lanzaban a los perros. ¿Qué les deparará el futuro a estos dos niños?

Cabe destacar que la Reina Isabel la católica envió en el segundo viaje de Colón 17 barcos para transportar el oro a España y alrededor de 1500 hombres armados hasta los dientes y 12 misioneros.

De Las Casas, servidor de Dios ¿dejará morir a Higuana y Haino? Para saber cómo sigue la historia, hay que leer este libro lleno de episodios emocionantes contados por la Señora Odette Roy Fombrun, invitada de honor de la vigesima tercera edición del Festival Livres en Folie, quien celebró su centenario este año.

Claude Bernand Serrant

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