Conocemos el significado de la palabra como herramienta en geometría plana. Sin embargo, en música y en español significa “medida” y, particularmente, medida de dos tiempos.

La medida se define como la división de la duración musical en partes iguales. La medida es la madre, la matriz o el origen primitivo de numerosos ritmos construidos bajo este tiempo. El Konpa, llamado al principio compás directo, es un ritmo de dos tiempos igual que muchos otros. Michel Soukar y Raoul Guillaume nos enseñan que, desde las primeras décadas del siglo XX, se evaluaba con un metrónomo el rendimiento rítmico de una orquesta que facilitaba el baile y entonces se decía “Este grupo tiene buen compás”.

Orígenes del ritmo Konpa o compás directo

Una campana suena de muchas maneras. A continuación la versión más lógica y más aceptada. Hacia los años 1953, 1954, 1955 y 1956, el público adepto y bailarín de música popular urbana de Puerto Príncipe y sus zonas aledañas se encaprichó locamente, y peligrosamente, con el merengue dominicano, difundido repetidamente a través de las ondas de nuestras emisoras radiales y en los discotecas o burdeles, particularmente los de Carrefour, repletos de prostitutas dominicanas.

Los músicos locales padecían de igual manera de este lavado cerebral. Las canciones del famoso grupo Típico Cibaeño del acordeonista Ángel Viloria reemplazaban, a petición del público, nuestro merengue popular y nuestras danzas folklóricas. De hecho, los buscaban para contratarlos, pues se quedaba por un buen tiempo en la capital, y tenían éxito. Este fenómeno de aculturación conmocionó a muchos nacionalistas, hasta el humorista Languichatte lo tomó como una ofensa.

Por su parte, Nemours Jean-Baptiste y Wéber Sicot, grandes amigos en esa época, acostumbrados a esta música que tocaban en el local Astoria, propiedad de unos dominicanos, lejos de combatir el fenómeno, tuvieron la idea de aprovecharse del entusiasmo del público joven y de los bailarines perezosos. ¡Uno! ¡Dos! ¡Uno! ¡Dos! Incluso un caballero común podría tomar ventaja. Nemours, luego se enfadó con su compañero y se separaron cuando se formó el Conjunto Aux Callebasses, donde este ritmo no era exclusivo, pero figuraba al lado de bannan pouyak, grenn moudong¸del merengue lento, el mascaron, el raborday y de ritmos afrocubanos como el son, el chachachá, el guajira son y los boleros.

En los inicios del Konpa, Nemours copiaba los éxitos dominicanos y los traducía al creole. El término Compás para llamar a su “invento” le fue sugerido por el músico René “Diogène” Durogène: “Tú sólo tocas compás” le decía irónicamente cuando hablaba de su ritmo de dos tiempos bien marcados, sin matices, de una medida 2/4.

Al principio, el Konpa o compás directo sólo era una demarcación local del merengue típico dominicano. En ese tiempo, por su lado, Sicot lustraba sus armas para su conjunto que tocaba en el club nocturno Palladium.

Bajo fuego y un diluvio de críticas del Jazz de los Jóvenes en particular, Nemours saca ventaja de su huella, sus encuentros y del ritmo. Disminuye la velocidad y el tempo, se acerca al ritmo del Kongo y del L’ibo haitianos. Adicionalmente, le agrega un efecto de percusión extraído del gong y del tom de piso, muy conocidos por sus onomatopeyas insistentes Pap-padap/ pap-pap-pap, característica definitiva del Konpa.

Según otra versiones, el Konpa se habría originado del ritmo rale bourèt. Marc Lamarre, maestro y gran músico de Saint Marc, afirma conocer este ritmo de compás directo desde su infancia y asegura haberlo bailado en fiestas en el campo. Nemours, más tarde, evocó el bannann pouyak, como punto de partida

Jacques Stephen Alexis, Thony Louis Charles y Raoul Guillaume hablan igualmente de la repatriación de un ritmo haitiano que cruzó la frontera en el tiempo de Boyer, hombre político haitiano, durante la ocupación haitiana en Dominicana.

En definitiva, el Konpa ha evolucionado mucho desde sus orígenes hasta la fecha actual. Vale la pena preguntarse ¿el Konpa sigue siguiendo directo? No sabríamos responder.

Le Nouvelliste