Pueblos encerrados en su pasado. Un caribe con prejuicios raciales establecidos. El peso de la historia en la balanza regional no contribuye a la integración de los países todavía inclinados hacia Francia, España, Inglaterra, Portugal, Estados Unidos, Holanda, etc. Punto de vista del Embajador de República Dominicana en Puerto Príncipe, Rubén Silié, sobre estos temas, en la « Noche de las ideas » en el Instituto Francés, el jueves 26 de enero de cara a « Un mundo común, Haití y el Caribe ».

Cultura –

Claude Bernard Sérant” La historia de los países del Caribe  siempre se ha visto, desde un punto de vista económico, ideológico, racial, incluso desde el punto de vista de la ocupación del espacio; ha tenido siempre un enfoque de dominación, declaró el Embajador de República Dominicana, en Puerto Príncipe, Rubén Silié. El Embajador participó en la  « Noche de ideas » en el Instituto Francés en Bois-Verna y compartió con varios panelistas de entre los cuales podemos mencionar a la ex Primer Ministro de Haití, la Sra. Michèle D. Pierre-Louis; el profesor de ciencias políticas de la Universidad  de las Antillas y Guyana, Fred Reno; la encargada de la coordinación regional del programa Caribe en creación, la Sra. Pascal Jaunay. Ruben silié, quien ha trabajado como profesor universitario  sobre el tema de la identidad en el Caribe, afirma que los colonos organizaron espacios de geometría variable a través del prisma de la monopolización. Por tal razón, concibieron sofisticadamente, un “mecanismo de creación para impedir que los pueblos del Caribe se acercaran”. El jamaiquino sabe más de  Inglaterra que de Martinica; los haitianos saben más de  Francia que de Cuba”, resaltó el Embajador. El mismo peso que rompe el impulso del Caribeño en los desafíos económicos, políticos, culturales, y de identidad.” Las relaciones de los países del Caribe no son espontaneas si las comparamos con las de otros países de América Latina. Para el comercio entre República Dominicana y Trinidad, el barco debe pasar por Miami”. Es un Mecanismo de dominación, señala, Rubén Silié. En el mismo Caribe, la identidad regional  no se establece a través de una lengua común, pues hay un cruce de idiomas; español, inglés, francés, portugués, holandés, y lenguas criollas con sonoridades diferentes. Esta identidad se construye en una realidad geo-histórica que no escapa de la mirada del que conoce la historia de los pueblos del Caribe.” Esas tierras fueron pobladas por una inmigración forzada, con los mismo objetivos de dominación.”

En la actualidad en esta región converge una mezcla de pueblos que vienen de diferentes continentes. Cuando se habla del espacio Caribe, de inmediato se utilizan calificativos, “se habla del Caribe anglófono, francófono, hispanohablante, y creemos que es otro Caribe. Es el mismo Caribe con nombres diferentes”, dice el Embajador al señalar que este espacio tropical está marcado por la historia de la esclavitud, de las independencias, de los prejuicios. Se ha pasado por alto la tensión que existe entre los pueblos dominicanos y haitianos a fin de mantener los lazos de fraternidad que pueden acercar a las dos naciones que comparten la isla. “El Mar Caribe tiene varios nombres: se le llama Mar de las Antillas, Mar de los Sargazos” menciona el embajador recordando que dicho espacio marítimo, tan apreciado por los turistas del mundo entero por su  calor y belleza, no cuenta con un protocolo de preservación. “No estamos conscientes de que es un patrimonio natural que hay que cuidar” se lamenta.

El diplomático dominicano cree que es necesario reavivar este espacio para que pueda aceptar sus contradicciones, transcender sus prejuicios tal como lo hicieron los pensadores Anténor Firmin y el poeta cubano José Martí. “ Anténor Firmin tenía una conciencia antillanista” agregó Silié. Para hablar de dicha conciencia comparando el vínculo que tienen otras  personas en el mundo con su territorio, narró la experiencia de los europeos que fueron capaces de aprender de la historia.  Al tejer lazos de unidad, la consolidación de una identidad caribeña en este mosaico de pueblos de diferentes planos comerciales, sociales, culturales, Rubén Silié,  se revela como “una lucha para encontrar el camino que nos une”.

 

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