Este lunes 8 de agosto, en la calle Grégoire de Pétion-Ville, se inauguró una zapatería donde se venderán productos locales. La apertura coincide con el lanzamiento en el mercado haitiano de los zapatos para colegiales, fabricados por JL Fine Shoes SA.

 

Aproximadamente nueve meses después del lanzamiento de una zapatería industrial en Haití, el ingeniero Jean Lucien Ligondé, Director General de JL Fine Shoes SA, expresa su orgullo de ofrecer a la población esta nueva sala de exposición para permitirle, según sus palabras, ir a apreciar los zapatos que se encuentran allí exhibidos. Hasta el momento, unos 150.000 pares de zapatos para colegiales se han puesto a la venta, con miras al regreso a clases el próximo 5 de septiembre.

Con el fin de tener los medios para enfrentar la competencia de zapatos importados, al igual que la de los zapatos usados, llamados comúnmente soulye pèpè, el empresario anuncia en un encuentro con la prensa, llevado a cabo en la sala de exposición, que se hará una rebaja de 20% en los precios de los zapatos escolares durante tres días, del martes 9 al jueves 11 de agosto. Los zapatos serán vendidos en 750 gourdes a los mayoristas y Jean Lucien Ligondé dejó saber que JL Fine Shoes SA sólo recolectará 10% de la ganancia de esa venta. En noviembre, 150.000 zapatos para adultos serán puestos a la venta en la sala de exposición, informó el ingeniero Ligondé.

Altruista, el Director General de JL Fine Shoes SA afirma que su iniciativa tiene como objetivo contribuir a la recuperación de la producción nacional y a la reactivación de la producción local de calzado, con el fin de satisfacer, en primer lugar, la demanda local y, en segundo lugar, el mercado internacional y asimismo crear empleos para los jóvenes. En este sentido, hizo una invitación al Estado haitiano a implementar políticas comerciales que puedan hacer frente a la competencia con la industria del calzado importado.

Fiel a su retórica, el empresario fue severo con el mercado de zapatos usados, los cuales, según el Director General, pueden transmitir enfermedades a quienes los usan. Además, reivindicó su capacidad de satisfacer el mercado local con la implantación de diez fábricas similares a la de JL Fine Shoes SA. “Estoy preparado para crear, en un año, entre cuatro mil y cinco mil puestos de trabajo para los jóvenes, con una producción de aproximadamente ochocientos y mil pares de zapatos al día”, dio a conocer, indicando además que sólo espera la luz verde del estado para iniciar.

Mientras tanto, todo se produce en la fábrica de JL Fine Shoes SA, ubicada en la ruta hacia el aeropuerto. Ciento cincuenta jóvenes reclutados en Cité Soleil y beneficiarios de varios meses de formación, efectúan un trabajo de producción realizado en tres etapas. De hecho, el cuero importado es cortado, cosido y manipulado de varias maneras antes de convertirse en zapatos.

Le Nouvelliste