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LN: Háblenos un poco de usted

Me llamo Barbara Baptiste André. Nací el 6 de julio de 1969 en Pétion-Ville, Haití, de madre y padre haitianos. Estoy casada, tengo dos hijos: una hija de 23 años y un hijo de 19 años. Cuando tenía 10 años, mi hermano y yo, nos reunimos con nuestra madre y hermana quienes vivían en el  noveno distrito de París. Actualmente, vivimos en Hauts-de-Seine. Luego de terminar mis estudios  en el colegio Condorcet, en el noveno distrito de Paris, obtuve un Certificado de Aptitudes Profesionales (CAP) y un Diploma de Estudios Profesionales BEP (por sus siglas en francés) en  corte y confección en el liceo Paul Loiret en el catorceavo distrito de París en 1987.  Al finalizar mis estudios, tuve la oportunidad  de comenzar a trabajar para la casa de  alta costura  Christian Lacroix la cual comenzó a  abrirse camino a finales de  los años ochenta. Trabajé en dicha Casa  durante 23 años.

LN: ¿De dónde nació su interés por la alta costura?

Desde muy temprana edad me sentí fascinada por las estrellas de Hollywood tan bien vestidas y peinadas que veíamos en las series de televisión como Dallas, Dinastía, Sissi la Emperatriz,   Piel de Asno…y las modelos en sus desfiles de alta costura.  En realidad, yo quería ser peluquera como mi padre pero como había tantos miembros de la familia en ese oficio, decidí perseguir mi segundo sueño, la costura.  El hecho de ver a mi madre confeccionar vestidos para mí y mi hermana, repercutió  de alguna manera en mí al momento de seleccionar mi carrera. Comencé haciendo vestidos para mis muñecas y mis primas,  luego para mi hija. Lo que más me gusta de mi profesión es la belleza del trabajo terminado, combinar telas de alta calidad, todos los materiales nobles con los cuales se confecciona la ropa. Me encanta hacer vestidos hermosos. En la alta costura todas las hechuras son magníficas. La alta costura vende los sueños, la locura, la extravagancia y el glamour, participar en una obra tal  me llena de una satisfacción sin igual.

LN: Háblenos de sus comienzos en el mundo de la moda

Comencé mi carrera trabajando como segunda mano calificada en la casa Christian Lacroix a la edad de 18 años. Poco a poco fui subiendo escalones para llegar al puesto de primera mano debutante, luego primera mano calificada, para llegar hoy en día al grado de modista altamente calificada. Dicho grado me ha permitido confeccionar mis propias creaciones demostrando minuciosidad, precisión, y  mucha paciencia para que la creación sea perfecta. Durante mi paso por la casa de alta costura Christian Lacroix pude viajar a muchos continentes tales como el Medio Oriente (Qatar, Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Kuwait…)  y Europa (España, Suiza, Turquía) para realizar pruebas de vestuario, retoques y entregas a personalidades de gran renombre, específicamente a algunas princesas de los Emiratos Árabes Unidos. Uno de mis más grandes orgullos dentro de la firma Lacroix fue el haber confeccionado un vestido para la difunta princesa de Gales Lady Diana. Después del cierre de la Casa Lacroix en  diciembre de 2009, me uní al atelier de alta costura de la casa Chanel.

LN: Cuéntenos de su aventura en la casa Chanel

Comencé en el atelier de alta costura de Chanel en 2010.  En Chanel, tengo el cargo de  modista altamente calificada,trabajo que consiste en realizar el modelo según el  patrón entregado por el diseñador (calado de la  tela sobre el maniquí, cortar y montar la pieza de indumentaria, prueba de vestuario…) y también ejerzo como formadora, lo que quiere decir que tengo a una aprendiz bajo mi tutela. Mi deber es transmitirle mis conocimientos de la mejor manera posible. El prestigio y renombre de la casa Chanel traen consigo una gran exposición, gracias a su numerosa clientela. En la casa Lacroix, las creaciones eran mucho más barrocas y coloridas que las de la casa Chanel. En esta firma se realizan creaciones más sobrias y clásicas. Esto requiere adaptar la manera de trabajar los materiales, las técnicas y tratar de ponerse al nivel constantemente, hacer cursos como los que ofrece casa Lesage el cual funge de taller de bordado de la casa Chanel. Confeccionar un vestido en el taller requiere mucho tiempo, mucha paciencia y precisión.

LN: ¿Se siente satisfecha con su vida?

Sí, en líneas generales estoy satisfecha con mi vida.  Mi carrera, mis hijos, mi esposo y mi vida en Francia me hacen muy feliz. Mi reciente compromiso con mi país en el campo de la moda representa una nueva fuente de desafíos y satisfacción para mí.

LN: ¿Visita Haití frecuentemente?

Voy  a  Haití con frecuencia. Tengo muchos parientes allí. Por cierto, colaboré en 2011 con Paula Coles en su primera colección de carteras. En 2012, participé en la primera semana de la moda en Pétion-ville a través de la invitación de la Sra. Maelle David y el  Sr. Miko Guillaume. En 2013, confeccioné, con gran placer, un conjunto para la Sra. Josette Darguste, ex ministra de Cultura. También vestí a uno de nuestros grandes cantantes, James Germain.

Me encanta visitar mi país de infancia y me preocupa particularmente la condición humana del país y su evolución en los aspectos culturales, sociales… A principios de mes, se habló mucho del vestido que llevó puesto la primera dama Martine Moïse, el día de la investidura, se habló del color, corte del vestido y los accesorios.

LN: Como profesional de la moda, nos puede dar su opinión sobre este tema?

En las palabras de la  gran Coco Chanel: “La belleza comienza cuando se decide ser uno mismo.” Yo juzgo a las personas por sus acciones, no por  lo que llevan puesto. En mi opinión, hoy en día, lo más importante es que finalmente  el país tiene un presidente y una primera dama. No me permito dar mi opinión sobre la elección del atuendo de la primera dama de Haití. En cambio, estaría más que dispuesta a  ponerme  al servicio de nuestra primera dama y me sentiría muy honrada, si ella así lo quisiera.

LN: ¿Qué consejo le daría a un joven que quisiera entrar en el área de  la alta costura?

Yo le aconsejaría orientarse más hacia el prêt-à-porter de lujo  antes de lanzarse a la aventura de  la alta costura. Es muy difícil en estos días  entrar en este mundo  ya que este sector está “bloqueado” y las escuelas están invirtiendo más en la formación de prêt-à-porter. Se está perdiendo cada vez más el conocimiento artesanal de esta profesión. Sin embargo, para una persona que se sienta motivada hacia la  aventura de la alta costura, es necesario aprender primero  en un  atelier de una casa de alta costura para adquirir  las habilidades pertinentes para este trabajo.  Hay que armarse de paciencia, de destreza, pero sobre todo hay que ser apasionado.

 

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