charles najman

Charles Najman, franco-judío de origen polaco, quien descubrió Haití en la época de la dictadura de Jean-Claude Duvalier, falleció el lunes 18 de julio de 2016 a los sesenta años. Este hombre que hablaba yiddish en su hogar tendió un puente entre dos pueblos profundamente creyentes, dos pueblos con raíces en su cultura.

“Con la muerte de Charles Najman, Haití acaba de perder a un gran amigo. Este escritor y director francés, fallecido el lunes 18 de julio de 2016, tenía dos pasiones: su madre y Haití”, declaró el cineasta Arnold Antonin, como recordatorio de que la cultura haitiana y la historia del pueblo judío, marcado por el genocidio durante la Segunda Guerra Mundial, representaban los centros de interés de este intelectual, nacido en una familia judía.

La filmografía de Najman, recuerda Antonin, está marcada por las obras “La mémoire est-elle soluble dans l’eau? (1996), Les illuminations de Mme Nerval (1999), Royal Bonbon (2002), Haïti la fin des chimères? (2004), Pitchipoï (2015)”.

Antonin subraya que “Une étrange cathédrale dans la graisse des ténèbres no tuvo éxito con el público haitiano. Este documental fue grabado en la catedral de Puerto-Príncipe, destruida por el terremoto del 12 de enero de 2010. En este documental, Frankétienne tuvo el papel de una respuesta poética a esta tragedia” que resultó en aproximadamente 250 mil fallecidos.

Les illuminations de Mme Nerval, reconocido con un premio Jean-Rouch,  es también un documental producto de la misma pasión de este hombre por la cultura haitiana”, destaca Antonin quien siguió de cerca la obra del cineasta francés.

Najman enfocó su visión en el templo de una Mambo (nombre creole dado a las sacerdotisas del vudú). En las pantallas de los festivales donde fue proyectado el documental, aparecieron las iluminaciones de una gran sacerdotisa vudú, una mujer de 75 años que ha formado durante 40 años de práctica a más de 300 iniciados con el objetivo de perpetuar la tradición. La gente visita a Madame Nerval motivada por variados eventos que afectan sus vidas: amor, trabajo, preocupaciones, consejos terapéuticos, etc.

En palabras de Laurence Magloire, directora y promotora del cine bajo las estrellas: “Haití acaba de perder a un amigo”. Magloire trataba frecuentemente a Najman quien la llevó a varias caravanas cinematográficas en Jacmel, al sur-este de Haití e igualmente a representaciones de Haití en Nueva York.

La directora “De Haití: hombres y dioses” confiesa que el rodaje de Royal Bonbon, en Milot (al norte de Haití, no lejos del Cabo Haitiano), la marcó profundamente, sobre todo por la acogida y la hospitalidad que los habitantes de la comunidad le ofrecieron a este autor francés.

Durante este mismo rodaje, Najman reveló el talento actoral del escritor y periodista Dominique Betraville, uno de los grandes caminantes de Puerto-Príncipe, en algunos momentos, entre dos pintas de cerveza, no emitía más de una palabra sin mencionar a Royal Bonbon, film ganador del premio Jean-Vigo de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Toronto, en 2002 y de igual manera en el Festival Internacional de Cine de Locarno.

Adicionalmente al cine, Najman también se dedicó a la literatura. ¿Quién no se acuerda de este título provocador: “Haití, solo me ve Dios” (1995)?

Najman, quien realizó estudios de filosofía en la Sorbona antes de iniciarse en la cinematografía, tuvo una fuerte influencia de su hermano Maurice Najman, militante de la Alianza marxista revolucionaria, partido trotskista de tendencia pablista autogestionaria (entre los años 1970-1975).

Le Nouvelliste